Obra construida
El terreno presenta una pronunciada pendiente, descendiendo unos 37 metros desde su acceso por la calle hasta el arroyo situado en el fondo de la finca, lo que favorece las vistas sobre el Parque Natural del curso medio del río Guadarrama. Estos son los condicionantes que marcan el desarrollo del proyecto, que muestra dos de sus fachadas muy cerradas, norte y sur, formadas por muros de hormigón, para aislarse de las parcelas colindantes; y sus otras dos fachadas, este y oeste, muy abiertas a las vistas de la propia parcela y del paisaje.
La construcción se sitúa, dentro de la irregularidad de la parcela, en la parte más estrecha, ocupando todo el ancho de la misma salvo los retranqueos mínimos permitidos, de forma que la edificación actúa como frontera entre la parte alta de la finca, donde encontramos una topografía más suave y está previsto un ajardinamiento ornamental hasta el acceso a la vivienda, y la parte baja, donde la pendiente es mucho más acusada y se pretende mantener el paisaje natural con el objeto de integrar la visión de esta parte de la parcela con la del Parque Natural.